La autoestima es la valoración de uno mismo. Es un sentimiento valorativo de nuestro conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que forman la personalidad. Este sentimiento puede cambiar con el tiempo: a partir de los cinco o seis años de edad, un niño comienza a formar el concepto sbre cómo es visto por el resto de la gente.
Los niños/as que se sienten bien con ellos mismos son capaces de manejar
mejor los conflictos y de resistir a las presiones negativas. Tienden a
sonreír con mayor facilidad y a disfrutar de la vida. Estos niños son
realistas y, por lo general, optimistas.
Por el contrario, para los niños/as con baja autoestima, los desafíos
pueden ser fuentes importantes de ansiedad y frustración. Las personas
que tienen una baja opinión de ellas mismas tienen dificultades para
encontrar soluciones a los problemas. Si tienen pensamientos
autocríticos como "no soy suficientemente bueno" o "no puedo hacer nada
bien", pueden volverse pasivos, retraídos y deprimidos. Cuando tienen
que hacer frente a un nuevo reto, su respuesta inmediata es "no puedo".
Aquí es donde el profesorado desempeña un papel importante para favorecer que el alumnado tenga una autoestima sana.